Las advertencias nutricionales octagonales son las más efectivas para tomar decisiones de alimentación más saludables

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El modo de entender de manera correcta, rápida y fácil las etiquetas octogonales de advertencia nutricional en los productos y bebidas las han convertido en una herramienta útil y efectiva para que los consumidores  y las consumidoras de las Américas puedan tomar decisiones más saludables en su alimentación.

Esta afirmación tiene base en diversas investigaciones que se han realizado en los países de la región y que han legislado para establecer estos sellos como una política pública para garantizar el derecho a una alimentación más saludable. 

Chile, el primer país en la región en disponer regulaciones de etiquetado frontal de advertencia en los productos procesados y ultraprocesados, así como Argentina, Perú, México, Venezuela, Colombia y Uruguay han arrojado evidencia de su eficacia. También países como Costa Rica y Jamaica, que realizan gestiones para lograr su implementación, han levantado información y datos que confirman su efectividad.

Efectividad sobre otros etiquetados

Las etiquetas octogonales de advertencia nutricional, contrario a otros sistemas de etiquetado frontal nutrimental (FOPNL, por su sigla en inglés), están concebidas desde el Modelo de Perfil de Nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), establecido en el 2016, la primera herramienta de clasificación de alimentos en adoptar las recomendaciones de ingesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para nutrientes críticos de preocupación para la salud pública, es decir, azúcares, sodio, grasas totales, grasas saturadas y grasas trans como referencia.

Este modelo es contrario al basado en el mercado de productos procesados y ultraprocesados, lo que ocurre con sistemas basados en sellos de aprobación y sistemas de resumen, de cantidades diarias orientativas (CDO, también conocidas por la sigla en inglés GDA) monocromáticas, las CDO o sistema de ingesta de referencia codificado por colores y texto; y codificación cromática para nutrientes específicos, también conocidos como “sistemas de semáforo”.

Estos sistemas no cumplen con ayudar a los consumidores y las consumidoras a identificar de manera correcta, rápida y fácil productos que contienen cantidades excesivas de azúcares, grasas y sodio. Además, tampoco resuelven las conocidas disparidades en la comprensión de la información nutricional numérica, debidas a las diferencias en cuanto a los conocimientos de nutrición y salud, las nociones y habilidades aritméticas, y la situación socioeconómica.

En cambio, las etiquetas octogonales de advertencia nutricional de “EXCESO” proporcionan información directa al emplear sellos con texto en la etiqueta frontal del envase. Los sellos permiten a los consumidores y las consumidoras identificar correcta, rápida y fácilmente los productos que contienen cantidades excesivas de nutrientes críticos.

El “Estudio de políticas sobre el etiquetado nutricional frontal en las Américas: Evolución y resultados” indica que “BrasilChile y México utilizaron resultados de investigaciones para afirmar que los sistemas de etiquetado de semáforos y GDA no eran simples requerían mucho tiempo y requerían cálculos matemáticos de parte del consumidor para la toma de decisiones en torno a la nutrición”. 

Mientras que un estudio de modelaje hecho en México proyectó “que el etiquetado de advertencia podría reducir la prevalencia de la obesidad en un 14.7% entre 2018 y 2023, y ahorrar al país $1,800 millones de dólares (USD) en costos relacionados con la obesidad”. 

Además, “se indicó que la regulación podría mejorar la información en los paquetes de productos y ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables al evitar que la mayoría de los productos alimenticios procesados y ultraprocesados exhiban declaraciones de propiedades de salud y nutricionales”.

Un recorrido en su aplicación 

La adopción de políticas regulatorias obligatorias para los sistemas de etiquetado frontal nutrimental en las Américas comenzó en Chile, en el año 2012, seguido de Perú (2013), México (2014), Ecuador (2014), Bolivia (2017), Uruguay (2019), un sistema rediseñado en México (2020), Brasil (2020), Venezuela (2020, 2021), Colombia (2021) y Argentina (2021). 

Para agosto de 2022, según el “Estudio de políticas sobre el etiquetado nutricional frontal en las Américas: Evolución y resultados”, once países de la región habían adoptado sistemas de etiquetado frontal nutrimental: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay y Venezuela. 

Esta investigación señala que los gobiernos que comenzaron con las discusiones sobre este sistema a fines de la década de los 2000 y principios de 2010 consideraron la adopción de la GDA (México) o el etiquetado de semáforos (Bolivia, Chile, Ecuador). México adoptó el sistema GDA en 2014, y Ecuador adoptó un sistema con colores del semáforo también en ese año, seguido de Bolivia en 2017. 

A medida que evoluciona la evidencia, gobiernos como el de Chile empezaron a desarrollar un el etiquetado que podría funcionar mejor,  ya que permitiría que los consumidores identificaran productos con un exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas y sodio, lo cual lo convirtió en el primer país de la región en adoptar un sistema de etiquetado frontal de advertencia en 2012.

Tras este éxito y las recomendaciones internacionales, desde finales de los 2010, los gobiernos como los de Argentina, Colombia, México, Uruguay y Venezuela se han centrado principalmente en implementar sistemas de etiquetado frontal de advertencias octagonales.

La evidencia y la experiencia de la implementación del etiquetado frontal de advertencias octogonales fueron evolucionando y mejorando, incluyendo disposiciones nuevas o modificadas que requerían etiquetas de advertencia con tamaños más grandes, el uso de fondos contrastantes para el diseño y la aplicación de las etiquetas de advertencia para proporcionan una mayor prominencia, el uso de la palabra «exceso» en lugar de «alto en» para mejorar su eficacia, y el uso de Modelo de Perfil de Nutrientes de la OPS para definir los productos que deben exhibir las etiquetas de advertencia.

 
*Mapa tomado del “Estudio de políticas sobre el etiquetado nutricional frontal en las Américas: Evolución y resultados”. 2022.
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