Mandela y el poder del deporte para cambiar el mundo

Recordamos hoy, 18 de julio, Día Internacional de Nelson Mandela, como el deporte y la actividad física fueron parte del legado e inspiración de este líder político sudafricano.

“El deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Tiene el poder de inspirar. Tiene el poder de unir a la gente como pocas otras cosas lo hacen”. Nelson Mandela dijo estas palagras hace 24 años, en la inauguración de la gala del galardon deportivo Premios Laureus. Una frase que resume lo que significó el deporte para el líder y político sudafricano, símbolo de la lucha contra la discriminación y el racismo.

Y es que Mandela, cuyo día internacional se celebra hoy, 18 de julio, fue un apasionado del deporte desde su juventud y siempre recalcó la importancia en la salud del ejercicio y la actividad física, una filosofía que lo acompañó incluso en los 27 años que permaneció como prisionero, 18 de estos en la cárcel de la isla Robben.

Durante sus años en prisión, Madiba, como también era llamado, enfatizó su premisa de que el deporte era un medio ideal para mantener la salud física y espiritual. A pesar de la estrechez de su celda y de las largas jornadas de trabajo dentro de la prisión, extrayendo piedra caliza de una cantera, Mandela seguía manteniendo una rutina de actividad física. 

En las primeras horas de la mañana corría durante 45 minutos en un espacio de 2.1 metros cuadrados y luego hacia 100 flexiones, apoyando las puntas de los dedos, 200 abdominales, 50 sentadillas profundas y ejercicios que había aprendido en el gimnasio, practicando boxeo. Aún después de recuperarse de una tuberculosis, suguió una rutina de actividad física menos intensa, pero constante. También en sus años de reclusión formó la Liga Makana de futbol para los presos. 

Fue liberado en 1990. En 1992, convertido en el principal líder del fin de la política de segregación en su país, viajó a los Juegos Olímpicos de Barcelona, acompañándo la delegación de Sudafrica que regresa a participar en evento deportivo luego de 32 años de ausencia. 

Al ser elegido presidente en 1994, también asumió el deporte como un elemento de unión entre sus compatriotas. Es así como aprovechó la organización de la Copa Mundial de Rugby para convencer a la población negra de apoyar a su selección nacional, con el apoyo del capitán del equipo, Francois Pienaar. En 1995 no solo Sudafrica logró la copa de ese mundial, sino que la justa deportiva forteleció los lazos entre sus ciudadanos.

En los años siguientes, y tras finalizar su mandato como presidente en 1999, Mandela siguió activo y apoyando causas relacionadas con el mundo deportivo, siempre recalcando el bienestar de la actividad física. Murió el 5 de diciembre de 2013.

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